Las flores de los árboles
frutales comenzaban a colorear los campos y praderas levantinas mejorando cualquier
estampa de Monet o de van Gogh. La primavera irrumpía cual tren de alta
velocidad y, sin hacerle caso al calendario, se manifestaba en su más pura
expresión.
La mañana del viernes 22, de aquel febrero que se le
parecía a abril, Los Dalton Buidaolles habían quedado en el Restaurante Casa
Nova: establecimiento poligonero muy cerca del núcleo urbano del municipio de
Albal.
La
localidad de Albal está situada en la Huerta Sur, entre la Albufera y la Sierra
Perenchiza. La toponimia de su nombre procede del árabe y significa «El secano»; un significado un tanto
insólito, dado que su territorio, en la actualidad, está regado por la Acequia
Real del Júcar y por la Acequia de Favara del Turia. Algún gracioso Buidaolles
intentó confundir a este cronista diciéndole que el papel de aluminio tuvo su
origen en esta localidad, sin embargo, nada más lejos de la realidad. Eso sí, la
fábrica de láminas de aluminio para conservar alimentos, retó al municipio de
Albal a organizar una gran comida en la que se cocinó con alimentos sobrantes.
Se trataba de acostumbrar a la población a reutilizar las sobras y que estas no
terminen en la basura. Croquetas, empanadillas, quiche… entre otros productos
elevaron su categoría a lo que se dio en llamar «sobras de autor».
Pero
hablando ya de las bondades de Casa Nova podemos decir que cuenta con un local
amplio y confortable, con aislamientos de madera en sus paredes, y techos con
materiales que absorben el sonido. Un lugar en el que se puede mantener una
tertulia, sin interferencias, por muy lleno que se encuentre. El toque de
distinción se lo dan sus mesas con manteles de tela, sobre los que suelen poner
otros de papel. Es de destacar en su
organización, a la hora del almuerzo, el hecho de que los bocadillos van
acompañados de tarjetas de diferente color en función del precio del producto
que va en el entrepan. Por ejemplo, el bocadillo de caballo con ajetes tiernos
lleva una etiqueta roja, pues es más caro que el de bacalao con pimientos
rojos, cuya etiqueta es azul. El bocadillo más caro –unos 8 €- es el de la
casa, que se compone de solomillo con trufa y otras
delicatesen. En cuanto a la calidad del pan hemos de decir que es manifiestamente mejorable; una vez más, de esas aristas o cantos, que forman los cortes al cocerse, empobrecen la calidad de un bocadillo en el que se dificulta la voraz masticación de los más ansiosos o de quienes van con prisa. Un pan elaborado con masa madre o con trigo de espelta no presentaría este resultado final negativo. Sin embargo, esto no empaña el buen hacer de este establecimiento, en el que podemos destacar la calidad de su carne de caballo, la del bacalao rebozado o el sabor auténtico del pimiento rojo asado.
delicatesen. En cuanto a la calidad del pan hemos de decir que es manifiestamente mejorable; una vez más, de esas aristas o cantos, que forman los cortes al cocerse, empobrecen la calidad de un bocadillo en el que se dificulta la voraz masticación de los más ansiosos o de quienes van con prisa. Un pan elaborado con masa madre o con trigo de espelta no presentaría este resultado final negativo. Sin embargo, esto no empaña el buen hacer de este establecimiento, en el que podemos destacar la calidad de su carne de caballo, la del bacalao rebozado o el sabor auténtico del pimiento rojo asado.
En
este restaurante, de cierta elegancia para ser poligonero, se echan en falta
clientes con ropa de trabajo. Dada su proximidad al núcleo urbano, Casa Nova
suele ser frecuentado por los lugareños que viven cerca del polígono industrial
o por clientes que vienen de fuera para celebrar allí algún cumpleaños o
cualquier otro acontecimiento a nivel grupal.
La tertulia de aquel día de Los Dalton Buidaolles estuvo
relacionada con el próximo proyecto de ley que pretende aprobar la eutanasia.
También
se habló de la polémica surgida con la recepción, en el aeropuerto de Adolfo
Suárez, a la ministra de asuntos exteriores venezolana por parte de un ministro
del gobierno español, y la ambigüedad del propio gobierno en torno al apoyo al
presidente Maduro o al autoproclamado presidente Guaidó. Como de costumbre, se
originó un debate en el que unos defendían las economías liberales capitalistas
y otros las de dirección central, aunque con los matices democráticos, y dentro
de la economía de mercado, pues ya pocos conciben como viable la aplicación de
las teorías del marxismo en su sentido más estricto.
La
proyección de la película coreana «Parásitos», galardonada en los premios
Oscar, fue el comentario cultural de la tertulia, en la que se elogiaba
positivamente ese cine tan distinto al de la mayoría de películas de los países
orientales.
Entre
las risas habituales que vislumbraban con alegría el inicio del fin de semana,
una vez más, los Dalton Buidaolles se beben la vida sin prisas y a pequeños y placenteros sorbos, disfrutando cada instante del solaz momento compartido, en el que el
almuerzo no solo sirve para satisfacer sus necesidades más primarias, también
es la excusa para intercambiar anécdotas, cotilleos y, ¡cómo no! experiencias
pedagógicas.
Los
Buidaolles se beben la vida a pequeños y placenteros sorbos, pero la cerveza se la beben
rápido, para que no se caliente.
Darío Navalperal
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