El trayecto esta vez era un tanto
largo, pero la tibia mañana invitaba a conducir e incluso a darse una caminata
hasta Roca, esa pedanía de Meliana donde se encuentra el restaurante Ca Xoret.
El origen de Roca se
encuentra en el siglo XIX, cuando una agrupación de alquerías llega a
concentrar un núcleo de población a unos ochocientos metros de la costa, en la
Huerta Norte de la provincia de Valencia, que junto con Cúiper, forman una
conurbación denominada Roca-Cúiper. Sus pocos habitantes – alrededor de 250 –
viven de la agricultura; cultivos de cebollas, sandías, melones, cítricos… y,
sobre todo, del sector servicios; bares, restaurantes y salones de banquetes
son las actividades económicas que más riqueza le aportan.
El
ferrocarril Valencia-Barcelona cruza la aldea con trenes que no paran y a gran
velocidad, lo que hace estremecer hasta los cimientos de algunas de las
viviendas aledañas. Sin embargo, los calmados ciudadanos, a lo largo de los
años, se han acostumbrado a convivir con este disruptivo impacto ambiental que
invade la tranquilidad de sus días y el silencio de sus noches.
El restaurante Ca
Xoret está especializado en cocina valenciana; los arroces y
productos del mar
son su especialidad. Los Dalton Buidaolles fueron ese día al vetusto, aunque
remozado, establecimiento de estilo rural en el que contrasta esa rancia
decoración de mitad de siglo pasado con forjas y motivos florales y religiosos
de reciente fabricación. En este sentido, podemos apreciar alicatados
decorativos en las paredes junto a antiguas máquinas de coser de las que ya
sólo se ven en “la casa de la abuela”.
En
cuanto a su carta para los almuerzos hemos de decir que no está mal, aunque su
precio es algo elevado, y más tratándose de una zona rural de bajo poder
adquisitivo. El bocadillo de bacalao rebozado con all i olli y
pimientos fue el más pedido, destacando su buena desalación y el
crujiente de la fritura. Sin embargo, todo ello hubiera mejorado en un pan de
más calidad, de hecho, este producto ganaría al servirse directamente en el
plato.
Bocadillos de tortilla de habas
tiernas con pimientos eran también una buena solución para quienes están
pensando ya en la “operación biquini”
La tertulia
continuaba como cada viernes, en esta ocasión con menor nivel de decibelios,
según pudo comprobarse con el medidor electrónico que uno de ellos llevó con el
fin de comprobarlo; solo se pasaban los límites establecidos de 60 decibelios
cuando alguien gritaba adrede con el fin de comprobar el funcionamiento del
mismo. Ese día, el tema de debate era la noticia que aparecía en la prensa
referida a los líderes del partido “Podemos”: Pablo Iglesias e Irene Montero.
La adquisición, por parte de ambos, de un chalet valorado en más de 600.000
euros había puesto en entredicho la coherencia de este proceder con el discurso
anticapitalista que mantienen. Algunas voces, tanto fuera como dentro de su
propio partido, pedían su dimisión.
Como siempre,
opiniones en un sentido y en otro, a favor y en contra, surgían dentro del
grupo, con esa pluralidad y riqueza de opinión que le caracteriza, antes de
volver a sus quehaceres o tareas habituales.
Darío navalperal
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes realizar aquí tu comentario