lunes, 20 de marzo de 2017

 Bar-Cafetería "El Trovador"  (15-03-2017)

  En esa semana fallera, en la que el viernes era festivo, los Dalton Buidaolles deciden adelantar su almuerzo semanal al miércoles. Resultaba casi un deber inexcusable visitar la zona de más tradición fallera de Valencia. Se hacía necesario patear la ciudad desde Ruzafa hasta la Plaza del Ayuntamiento, en un sentido, y desde Puerta del Mar hasta Plaza de España, en otro.
El sitio elegido para este almuerzo fallero fue el Bar-Cafetería El Trovador, en la calle Conde de Salvatierra, 34, la cual conecta la avenida del Marqués del Turia con la calle de Colón, en la zona denominada la “Milla de Oro”; un lugar muy comercial, repleto de tiendas, negocios de hostelería, oficinas...  dónde el ciudadano se ve inmerso en una atmósfera de prisa y decibelios, algo de lo que el campesino huye y en la que el urbanita encuentra su hábitat natural.
Muy cerca de El Trovador se encuentra el Mercado de Colón, en su día de abastos, pensado para cubrir las necesidades del Ensanche: una zona que comenzó a poblarse, en las primeras décadas del siglo XX, por la nueva burguesía. Actualmente, esta construcción de estilo modernista, del arquitecto Francisco Mora Berenguer, se encuentra rehabilitada y su interior está destinado a comercios y cafeterías.
El Bar-Cafetería El Trovador cuenta con una fachada estrecha, pero con un amplio interior. No obstante, a determinadas horas de la mañana la afluencia de público es tanta, que has de esperar si quieres coger mesa.  Es llamativo ver en este local, a ejecutivos trajeados y empleados de comercio junto a obreros de la construcción, funcionarios o jubilados; todos atraídos por el buen yantar en variedad y cantidad y, sobre todo, por el precio tan adaptado a las épocas de crisis económica.   Digno de mención es también, la rapidez en que eres atendido; tal vez porque el contagio de la prisa del cliente hace que los camareros y cocineros desarrollen unas habilidades especiales, transcurriendo muy pocos minutos desde que pides en barra hasta que te sirven en mesa.
La amplia gama de productos que nos ofrece El Trovador, da lugar a que cualquiera pueda adaptar el bocadillo o plato combinado a su dieta o a sus apetencias. Una amplia variedad en carnes, tortillas, longanizas… por una parte, o bien, para opciones más bajas en calorías, verduras y escalibadas con atún. Además, para quienes acostumbren a tomar dulce por la mañana, existe también pastelería y bollería.

Las Fallas de Valencia, consideradas hoy como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, han sabido conjugar, a lo largo de la historia, la creatividad y el arte con lo satírico y cómico, un binomio imprescindible en esta fiesta del fuego y de la pólvora.
Las Fallas son una fiesta que tiene su origen en las luminarias dedicadas la noche previa a la festividad de San José. Desde antiguo, el gremio de carpinteros hacían limpieza de sus talleres, - preparándose para la entrada de la primavera – quemando todos los desechos de la madera y objetos inservibles. Sin embargo, algunos autores intentan ver en el culto a fuego un origen pagano, similar al de las hogueras de San Juan.

El mes de marzo suele tener unos cambios climáticos frecuentes, y en este de 2017, se manifiestan con toda su crudeza; pues después de una semana de altas temperaturas, vinieron días de viento, lluvia y frío. No obstante, en los días más importantes de las Fallas, el buen tiempo fue el protagonista y permitió que, tanto propios como extraños, pudieran visitar ese museo al aire libre que son las exposiciones falleras; ese ambiente en el que se mezcla el estruendo de las mascletás con la música y con el olor a pólvora y buñuelos de calabaza. 
Los Dalton Buidaolles no podían perderse este apasionante espectáculo de luz, color y sonido, y aprovecharon la mañana del miércoles para visitar la plantá de algunas de las fallas más importantes.


José González Fernández

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