lunes, 28 de noviembre de 2016

CASA BORRÁS (PINEDO)  Día 23 de septiembre de 2016

Los Dalton Buidaolles se dirigen a Pinedo, una pedanía de Valencia de 2.700 habitantes, situada en el margen sur, junto a la desembocadura del nuevo cauce del río Turia. Una zona del parque natural de la albufera rodeada por los arrozales y por el mar.
Se sabe que tuvo su origen en la conquista de Valencia por Jaime I, pues en esta zona acamparon los soldados y, en recuerdo de la conquista, construyeron una cruz de piedra que aún se conserva en el paseo marítimo. Los hallazgos arqueológicos submarinos encontrados, datan de la época romana, destacando una escultura de bronce de Apolo encontrada en 1963, la cual se erige en la Glorieta de la entrada desde Valencia.
También se localizan allí algunas de las últimas barracas centenarias que aún se conservan.
Pinedo era una zona de marjal y de huerta ganada al pinar, de
dicada al cultivo del arroz durante los siglos XVIII,  XIX y principios del XX, pero  esta actividad decreció notablemente en los años sesenta debido a la construcción del nuevo cauce del río Turia, lo que originó la destrucción de una buena parte de la huerta. Sin embargo, su economía se fue transformando en los años setenta, centrándose sobre todo en numerosos negocios de hostelería.

Otro atractivo de Pinedo son sus playas de dunas y fina arena; un especio natural protegido por el Parque Natural de la Albufera que cuenta con una amplia zona donde se permite el nudismo. También existe una playa para perros; una zona acotada  que es la que está más cerca del puerto.
En el número 321 de Carrera del Riu, – antigua carretera de los poblados de la Albufera -   se encuentra el Restaurante “Casa Borras”; un local con estilo propio, tanto en su fachada como en su interior, especializado en arroces, pero con una carta muy variada en almuerzos.

El amplio surtido de vinos, colocados de forma visible y estratégica, para que los clientes tengan acceso a los mismos y puedan leer sus etiquetas, le dan al local un aire elegante y un cierto toque de originalidad, con las botellas colocadas en diversas posiciones, sirviendo de bodega y a la vez de decorado.
Entre sus variados bocadillos podemos destacar “el de carne de caballo con ajetes tiernos”. Un rico bocado que cabalga entre lo prohibido y lo deseado, puesto que para muchos es un delicioso manjar, aunque para otros represente una brutalidad, un acto cruel contra ese animal tan noble.
Pero por encima de los sentimientos de solidaridad animalista, el “bocata de caballo” aporta la energía del propio cuadrúpedo y su carne es tierna y jugosa, lo que permite se pueda digerir bien en el escaso tiempo que disponen quienes se han de incorporar a sus tareas habituales.
En Casa Borras se conjuga la tradición con el confort de su amplio y cómodo local, al que resulta fácil acceder gracias a su zona de aparcamiento.
José González Fernández


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