viernes, 13 de diciembre de 2019

Bar Groucho, C/ Abbén al Abbar, 18, Valencia (13-12-2019)


El viento del norte robaba cual ladrón el calor del cuerpo, y producía una sensación térmica muy inferior a la que marcaba el mercurio o los digitales dispositivos que nos orientan cada mañana en la elección de la cobertura corporal.




Aquella mañana del viernes 13, no necesariamente tendría por qué estar asociada a la película de terror, como tampoco lo estuvo aquella otra del viernes 13 de abril de 2018, cuando Los Daltón Buidaolles visitaron el Bar-restaurante Sabores de Durban. Eso sí, este viernes 13 de diciembre sería un almuerzo de película, o, mejor dicho, de películas; pues el Bar Groucho, como ya sugiere su nombre, no sólo es un tributo a los hermanos Marx, también a otros actores y directores de lo que se ha dado en llamar el séptimo arte; algo que conecta mucho con estos tragonzuelos Buidaolles que, de vez en cuando, cometen la osadía de hablar de cine y de otras artes.


El Bar Groucho se encuentra en la calle Abben al Abbar: nombre de un historiador y literato musulmán de la época de Al Ándalus, procedente de la familia yemenita establecida en Onda, ciudad perteneciente a la taifa de Valencia. El entorno en el que se encuentra el establecimiento es de una gran densidad de población, con angostas calles con numerosos locales dedicados a la restauración.


El Bar Groucho es un local pequeño pero acogedor, en el que se puede charlar sin que el exceso de decibelios impida oír la conversación. Su oferta gastronómica a la hora del almuerzo no es muy variada, aunque ofrece los típicos derivados del cerdo y algunos productos del mar como chipirones; eso sí, quien elige esto último, su almuerzo resulta algo más caro. Otro inconveniente aquí es la ausencia del típico cremaet, por lo que queda descartado como el lugar típico del esmorzaret.



No obstante, el Bar Groucho es un tributo a esas inmortales películas que forman parte de la historia del cine. Carteles de películas tales como «Senderos de Gloria» o «Lolita», entre otros, decoran las paredes de este local que propician la charla de Los Buidaolles en uno de sus temas favoritos.

Aquel día también se hablaba en todas las tertulias de Greta Thumberg, la joven activista medioambiental sueca que había conseguido millones de seguidores en las redes sociales, y grandes movilizaciones para que los gobiernos tomen medidas urgentes para evitar las emisiones de co2 que propician el cambio climático. Sin lugar a dudas, los movimientos de masas que esta chica estaba originando, unos lo veían como algo digno de admiración y otros como un producto de una puesta en escena o producto de marketing; no en vano, Greta es hija y nieta de personas relacionadas con el mundo del espectáculo.



Un frío viernes 13 en el que resulta confortable para los Buidaolles permanecer en aquel recinto de poco aforo pero que propiciaba la tertulia y transmitía muy buena energía de cara al fin de semana.

Darío Navalperal








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