El
paladar nunca puede convertirse en juez si la memoria no acompaña. Por tal
motivo, antes de que el monstruo del
tiempo se apodere, cual ladrón, de los recuerdos y nos impida distinguir entre
excelencia y mediocridad, no es mala cosa ir haciendo balance y seleccionar
todo aquello que las papilas gustativas han ido transmitiendo al cerebro.
Cuando se cumplen tres años de las primeras
publicaciones en este blog gastronómico, y después de 76 crónicas
correspondientes a 76 establecimientos de Valencia y su área metropolitana, en
los que se degusta cada día el popular esmorzaret, se procede a realizar un
análisis exhaustivo de los 10 que, a juicio de estos exigentes paladares,
merecen mayor puntuación; atendiendo siempre a la variedad y calidad de sus
productos, al servicio y atención recibidas, al confort del local, al precio, a
sus accesos… entre otros aspectos considerados.
Se
relacionan a continuación los 10 locales, por orden de preferencia, que han
obtenido mayor puntuación:
Nº 1 RESTAURANTE PUERTA
DEL MAR (20-09-2019)
Nº 2 BAR ROJAS-CLEMENTE
(15-03-2018)
Nº 3 BAR HERMANOS HARO
(31-03-2017)
En la calle Las Columbretes, 23, está el Bar Hermanos Haro,
donde podemos encontrar de todo, menos, paradójicamente, a los Hermanos Haro.
En realidad, ellos ya no son los dueños del negocio, lo traspasaron a Roberto,
- actual propietario - quien ha querido mantener el nombre para no despistar a
la clientela. El bar es un pequeño local de unos veinte metros cuadrados, pero
que cuenta con una amplia terraza ocupando todo el ancho de una calle peatonal.
Sin embargo, cuando llegaron los Buidaolles, todas las mesas estaban ocupadas y
fueron ubicados en un local anexo un tanto especial. Roberto, - un interesante
personaje a quien más adelante mencionaremos – encontró una rápida solución, y
les instaló nada menos que en un casal fallero. Ese local que alberga trofeos,
ninot… y todos los útiles necesarios para los eventos de la comisión fallera de
las calles aledañas.
Porque Roberto improvisa no sólo en su circunloquio humorístico,
también en las situaciones que el día a día le presenta su trabajo de
hostelería. En el momento en que le preguntaron los Dalton por los productos
que había para almorzar, él contestó:
- No
os preocupéis, os voy a poner de todo. Sólo decidme la bebida, de lo demás ya
me encargo yo.
…Y en efecto, Roberto puso de todo:
bocadillos de longanizas, de morcilla, de jamón, de carne de caballo con
huevos… y unas deliciosas anchoas del Cantábrico. Además, con el café, también
sacó pasteles. Todo ello al módico precio de 6,50 €. Nunca, en ningún sitio,
habían recibido tanto – comida, bebida, buen trato, entretenimiento, etc.– por
tan poco dinero.
Nº 4 BAR VALENCIA (08-03-2019)
En una
zona casi de la periferia de Torrente se encuentra el Bar Valencia. Un
establecimiento con estilo propio, cuya estética vintage atrae ya desde el exterior. Pero, además, sorprende
sobremanera cuando entras en el local y descubres objetos que no se utilizan
desde hace casi medio siglo. Y todo expuesto con gusto y refinamiento, donde
los utensilios de labores de oficina se combinan con múltiples grifos de
cerveza: unos actuales, otros ya en desuso.
Cabe destacar la forma en cómo se sirve el cremaet. Un vaso
con el café y otro con el azúcar y el ron ardiendo. Así el consumidor decide el
tiempo que la llama debe estar encendida, consumiéndose así el alcohol. Un
detalle más de este interesante bar.
Todo en este establecimiento está pensado y diseñado para
atraer a un cliente que busca algo diferente, unido a la relación calidad-precio.
No en vano, a las diez de la mañana el local se encontraba atestado de gente,
tanto en su interior como en su terraza, siendo sus clientes asiduos los
miembros de las fuerzas del orden público.
Nº 5 BODEGA LA PASCUALA
(06-10-2017)
El público que frecuenta en estos tiempos Bodega La
Pascuala es muy variopinto: desde obreros de la construcción hasta ejecutivos
de empresa, acuden a este popular y famoso establecimiento conocido ya en
todos los medios de comunicación local.
El nuevo local aún conserva algunos vestigios en su
decoración en aquello que le dio su prestigio y esplendor, algunas antigüedades
a modo de reliquia, pero que no combinan muy bien con otros elementos de sus
nuevas instalaciones, que rompen con esa añoranza de su glorioso pasado. Es una
pena que muchos de estos establecimientos, por adaptarlos al confort y a las
tendencias vanguardistas, pierdan su encanto y, con ello, una parte importante
de la cultura de una zona de la ciudad. En este sentido, se debería aprender de
la ciudad de Lisboa, cuya fama se la da el hecho de haber sabido conservar
intactos este tipo de locales; con su decoración y costumbres a lo largo de los
siglos.
Aunque
algo en positivo podemos destacar de Bodega La pascuala, y es el recipiente en
el que suelen servir el vino o la cerveza, ese porrón o barral –como se denomina en Valencia– que
hace que pierdas el control de lo que bebes y de dónde cae la última gota. Una
pena que no se sigan conservando más costumbres similares en este y otros
establecimientos de la ciudad, pues forman parte de sus señas de
identidad.
Nº 6 BAR EL TROVADOR (15-03-2017)
El Bar-Cafetería El Trovador cuenta con una fachada
estrecha, pero con un amplio interior. No obstante, a determinadas horas de la
mañana la afluencia de público es tanta, que has de esperar si quieres coger
mesa. Es llamativo ver en este local, a ejecutivos trajeados y empleados
de comercio junto a obreros de la construcción, funcionarios o jubilados; todos
atraídos por el buen yantar en variedad y cantidad y, sobre todo, por el precio
tan adaptado a las épocas de crisis económica. Digno de mención es
también, la rapidez en que eres atendido; tal vez porque el contagio de la
prisa del cliente hace que los camareros y cocineros desarrollen unas
habilidades especiales, transcurriendo muy pocos minutos desde que pides en
barra hasta que te sirven en mesa.
Nº 7 BAR AQUILINO
La tradición pesquera de la zona, da lugar a que en sus
establecimientos de hostelería se pueda degustar una amplia variedad de
cefalópodos, crustáceos y peces a muy buen precio. El Bar-restaurante Aquilino
es un ejemplo de ello. Abierto desde el amanecer, este establecimiento ofrece a
sus clientes: almuerzos, comidas y cenas, con su amplia carta y su especialidad
en “All i pebre”. Un local que puede pasar desapercibido por
su exterior, -pues no se distingue de las humildes casitas de pescadores-
se encuentra en la calle Castell de Pop, 31. No obstante, su interior ofrece el
típico decorado de la taberna de puerto marítimo, con imágenes sobre azulejos
evocadoras de una época en la que las olas y las barcas llegaban hasta la misma
localidad.
Además de ser conocido y valorado el local por su
especialidad en arroces, debemos hacer mención especial al all i pebre. Ese
guiso obtenido con las anguilas de la albufera, producidas en la actualidad en
piscifactorías. Exclusivo de Valencia, donde mejor se puede degustar es en los
poblados marítimos y los próximos a la Albufera, en los cuales se elabora la
receta tradicional cuyos ingredientes de base son: la anguila, las patatas, el
pimentón y el ajo. Un plato que cuenta con tantos entusiastas como detractores,
pues la sensación que para algunos produce, por el parecido a una serpiente,
hace que su cerebro bloquee su estómago y les produzca repulsa y nauseas el
simple hecho de verlo en la mesa. Sin embargo, estos mismos comensales, cuando
desconocen la forma original del pez antes de ser troceado, lo saborean con
placer y hasta llegan a repetir. En Casa Aquilino se presenta un producto de
gran calidad, tan suave que llega a deshacerse en la
boca. Para alguno de los miembros de Los
Dalton Buidaolles estaba poco picante, con respecto a la receta tradicional. Es
posible que el establecimiento se esté adaptando a la media de edad de sus
clientes habituales, muchos de ellos sexagenarios con las correspondientes
prescripciones facultativas de evitar todo aquello que aumente su tensión y
otros problemas coronarios.
Nº 8 BAR PLAZA
(03-03-2018)
Nº 9 BAR CENT DUROS
(08-09-2017)
El paisaje huertano permite relajar la
mirada y, a pocos kilómetros de la gran ciudad, meterse de lleno en el ambiente
rural puede ser una respuesta al estrés y a las prisas. En Casa Cent
Duros el tiempo parece no haber transcurrido. No, no exageraba Juan Echanove –famoso
actor y buen crítico gastronómico- cuando decía que, todos los días, más de
trescientas personas frecuentan el local para degustar el típico almuerzo
valenciano; de hecho, Los Buidaolles esperaron más de treinta minutos hasta que
quedó libre una mesa junto a la que tomar asiento. La tortilla de cebolla, las
croquetas de bacalao, los calamares con pimientos o habas tiernas, la sangre
encebollada… forman parte de su diversificada oferta.
Nº 10 RESTAURANTE EL CELLER
DE PEAMFLO (12-04-2019)
En el número 13 de la Plaza Mayor de Picaña se encuentra
la cafetería-restaurante El Celler de Peamflo, que pretende
hacer honor a su nombre de bodega (celler en valenciano), y presenta en su
restaurante una selección de caldos de importantes marcas y denominaciones de
origen; unos vinos solo para el deleite del paladar de los más entendidos.
Contrasta en su decoración esa ventana abierta a una plantación de viñas;
aunque no sea más que una fotografía con luz, crea ese clima agradable y
relajado, haciendo sentir al comensal la sensación de encontrarse en mitad del
campo.
Una curiosidad de este establecimiento en los almuerzos es
la forma de pedir la comanda, pues te hacen pasar hasta la cocina para elegir
el bocadillo o plato que deseas; una manera de mostrar el producto en el lugar
en el que se elabora, con la consiguiente garantía para el comensal.
«Peamflo» es
un acrónimo de Pedro, Amparo y Florentino: socios y dueños de un
establecimiento que merece la pena darse un paseo desde la Capital para
comprobar sus bondades.
Darío Navalperal
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