El mes de mayo iba transcurriendo
con la frecuente explosión de luz y color con que la madre naturaleza nos suele
obsequiar por estas fechas, al tiempo en que la tensión de los alumnos afloraba
en las aulas por la llegada de los exámenes finales. Se sumaba también la de
los miles de profesores y profesoras que en este año deberían concurrir a
oposiciones: unos como aspirantes a una plaza en propiedad, otros como miembros
de los tribunales que les tocaría valorar dichas pruebas. Un ambiente
electrizante que, con esta primavera ya casi finalizada, despierta del letargo
invernal a la mente y a los sentidos, y pone a punto al vehículo que circula por
la autopista de la vida.
Este
viernes a Los Dalton Buidaolles les tocaba ir a Manises a almorzar. Una de las
ciudades más conocidas a nivel nacional e internacional; no solo por su
artesanía, también por encontrarse en ella el aeropuerto más importante de la
Comunidad Valenciana.
Separada de otra importante ciudad como es Paterna por el cauce del río Turia, y
formando conurbación con Quart de Poblet, Manises es una histórica ciudad
situada en la Huerta Oeste
y dentro del área metropolitana de Valencia. Destaca en este municipio la
actividad de la cerámica, que, teniendo su origen en la época de dominio
musulmán, ha trascendido a lo largo del tiempo, pasando de ser una actividad
artesanal a convertirse en industria. La alfarería musulmana dotaría a esta
zona de azulejos y de todo tipo de recipientes de utilidad doméstica y
decorativa. Es de destacar la loza dorada, la cual trascendió a otras muchas
ciudades peninsulares e incluso europeas durante el periodo renacentista.
En
la calle Vicente Vilar (Ingeniero que creó la escuela de cerámica), se
encuentra el Bar Rubia Caracoles, un local pequeño cuya peculiaridad y mayor
atractivo consiste en este producto: los caracoles, el gasterópodo que en esta
zona suele acompañar a la paella valenciana, pero que es poco habitual
su consumo a modo de tapa o ración en los bares de Valencia.
En
cuanto a bocadillos para el almuerzo ofrece amplia variedad, con opciones para
quienes la dieta solo les permita coquetear con los lípidos y los glúcidos,
maquillando su bocata con algunos productos hortofrutícolas, tales como la
coliflor, las habas, los pimientos… entre otros.
Hay
que destacar el bien preparado esgarraet, de la forma más tradicional, con el
típico sabor de los pimientos asados y el bacalao en salazón. Combinado con la
sabrosa tortilla de patatas produce una explosión de sabores que marida a la
perfección con una fría cerveza o con algún vino de Utiel-Requena.
Como aspecto negativo en este
establecimiento hemos de destacar, que tampoco aquí se prepara el tradicional
cremaet. Y no será porque en ese momento el local estuviera abarrotado, no —pues ese día solo se ocupaban un par de mesas en el
interior y otras tantas en la terraza—, sin embargo, el camarero —quien no
destacaba por su desbordante simpatía— se negó en rotundo a ofrecer ese
servicio.
La conversación de ese día
transcurría con tranquilidad y sosiego y, como siempre, extendiéndose más allá
del café. La tertulia se llevaba al terreno político opinando sobre la
pluralidad de partidos que en los últimos años ocupan el arco parlamentario,
llegando a entenderse que ello es síntoma de una democracia que admite todo
tipo ideologías, incluso los extremismos. Tal fenómeno se está dando también en
la mayor parte de los países europeos. También se habló de las diferencias
entre las monarquías parlamentarias y las repúblicas, manifestándose aquí las
distintas tendencias y sensibilidades entre los miembros del grupo, tanto en un sentido como en
otro.
Otro
tema que se abordó fue la necesidad de evitar el uso de los plásticos en el
consumo habitual de alimentos, pues las alarmas ya han surgido tanto en los
ríos como en los mares. Se hace necesaria la educación de la sociedad en la
conservación del medio ambiente. Un síntoma de que la sociedad valenciana está
cambiando —se comentó— es el hecho
de que ya no se ven por las calles tantos excrementos de animales de cuatro
patas. No obstante, se necesitan aún ciertas dosis de civismo de los dueños de
las mascotas, para que nuestro país pueda parecerse, en este aspecto, a
cualquier otro del centro o del norte de Europa.
Y
entre otras muchas cosas se habló, por último, de las enfermedades que nos
acechan y de los avances de la medicina para combatirlas; del tabaquismo como
una de las principales causas que originan el cáncer.
El tiempo pasa volando cuando te
encuentras a gusto con la tertulia y la buena compañía, una
semana más, de este grupo de glotones Buidaolles cada día más mesurados.
Darío Navalperal