lunes, 12 de febrero de 2018

Bar Click, C/ Pintor Vilar, 14. Valencia. (09-02-2018)


             Por fin llegó el crudo y duro invierno a toda la Penísula, con temperaturas inferiores a los cero grados en la Meseta. El manto blanco había cubierto la mayoría de las provincias, en altitudes superiores a los cuatrocientos metros, a lo largo de la semana anterior al día 9 de febrero. También a nivel del mar, en la ciudad del Turia, se hacía preciso sacar del armario bufandas y guantes para salir a la calle en esa fresca mañana en la que Los Dalton Buidaolles se dirigían al Bar Click para tomar su habitual esmorzaret.



            En la calle Pintor Vilar del barrio de La Trinidad, muy cerca del Bar Click y junto a la iglesia del Carmen, se encentra el lugar donde, en su día, estuvo el estadio de Vallejo; en el que jugara el Levante UD hasta el año 1968, y, en algunas temporadas, en primera división. Por allí pasaron los mejores equipos y jugadores de la época. El nuevo estadio se construyo en el extrarradio, al norte de la ciudad, pero en la actualidad se encuentra integrado dentro de la propia ciudad.



            La calle Pintor Vilar desemboca al Este en el Jardín del Real, cuyo nombre se debe a que hasta 1810 estuvo el Palacio Real. La zona es más conocida como Los Viveros, un lugar con gran variedad de árboles centenarios, plantas y flores de todo tipo.



            El Bar Click es un local de reducida dimensión, que rápidamente llena su aforo de clientes, quienes son atendidos por la cocinera y un camarero para la barra y las mesas. Sin embargo, hemos de valorar la rapidez del servicio y el agrado del camarero, supuestamente, dueño del local. 
 


            Podemos destacar en el Bar Click la gran variedad de productos para el almuerzo: tortillas de varias clases, productos del mar – sobre todo cefalópodos -, productos cárnicos, etc. El crujiente y recién hecho pan hace que cualquier bocadillo, al que se le añadan esos productos con la guarnición de patatas, pimientos o habas tiernas, se convierta en una explosión para los sentidos. Por último, hablar de su precio asequible, tanto, que sale más barato comer allí que en casa.



            Entre otros muchos temas que los Buidaolles trataron ese día destacamos el de la problemática de las pensiones de jubilados. No en vano, alguno de ellos ya lo está, y otros se encuentran próximos a esa agridulce edad.  El punto de discusión fue el de la hucha que en los años de bonanza económica se constituyó para el pago de las mismas. Hucha que parece estar tocando fondo a causa de la crisis económica y del crecimiento del número de pensionistas.  Había voces que apuntaban a que el Gobierno había saqueado esa reserva de dinero, y otras que defendían que el mismo fue reservado para ser utilizado en caso de necesidad. Sin embargo, la preocupación real se centraba en qué pasará en el futuro cuando dicha hucha se agote del todo y no haya población activa suficiente que mantenga a las clases pasivas: ¿Se creará una ley que permita la financiación a través de los presupuestos generales del Estado? Parece que los políticos no terminan de ponerse de acuerdo, como tampoco Los Buidaolles; pues algunos argumentaban que esto puede llegar a ser complejo, puesto que ya contamos con exceso de deuda pública, mientras que otros mantenían que si se sale de la crisis económica, tal y como parece estar ocurriendo, no habrá problema, pues entonces se volverá a conseguir superávit presupuestario y habrá dinero para volver a crear otra hucha o para hacer esa ley de financiación de las pensiones.




            Algún tímido rayo de sol comenzaba a templar la mañana cuando Los Buidaolles procedían a sacarse la habitual foto de grupo en la puerta del Bar Click.



José González Fernández

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