El lugar que este
día visitaban Los Dalton Buidaolles se encuentra en una zona muy concurrida y
poblada del casco urbano. Aparcar allí con el coche a esas horas de la mañana
suele ser una odisea y, sobre todo, en un día lluvioso. El Bar-restaurante
Mestalla se encuentra en la calle Micer Mascó, 25, en el barrio homónimo; que
toman su nombre de una de las ocho acequias del río Turia, la cual pasa
soterrada por las inmediaciones. El
céntrico barrio está en el distrito de El Pla del Real, en el noroeste de la
ciudad.
Sin embargo, tal vez
no sea la importancia histórica del ancestral sistema de regadío lo que da fama
y prestigio al conocido barrio. El lugar es mundialmente conocido debido a que
allí mismo se encuentra el estadio del Valencia C.F. No en vano, el propio Bar
está dedicado a las gestas que el equipo ha realizado a lo largo de su
historia. Toda su decoración está
referida a las fotos de los grandes momentos y a los jugadores que han logrado
sus éxitos.
El establecimiento
ofrece una amplia gama de productos para el almuerzo; tanto del mar como de la
tierra; tanto hipercalóricos como otros recomendables en cualquier dieta. Gran
calidad y sabor muestran aquellos tales como: sepia, calamares o chipirones; o
sus tortillas de patatas gigantes. Todo ello a un precio muy económico, a pesar
de la carestía en el mercado de los cefalópodos; por lo que su relación calidad-precio
es difícil de encontrar en esa zona de la ciudad tan poblada. Si hubiera que poner algún “pero” hablaríamos
del pan; ese día estaba un tanto correoso y poco crujiente, es posible que el
grado de humedad del día influyera en ello, o que llevara elaborado de ocho a
diez horas.
Destacar también del
Bar Mestalla sus simpáticas y solícitas camareras, todo un ejemplo de
eficiencia y buen semblante; y que, además, te tratan como si te conocieran de
toda la vida.
Un establecimiento en el que sus
iconos futboleros se mezclan con una decoración de motivos huertanos y
pesqueros. La huerta, el mar, el futbol… símbolos de un barrio cosmopolita y
universitario, que en la actualidad vive del comercio, de las hostelería y los
negocios.
Estando en tal recinto y tan
cerca del estadio, el principal tema a tratar no podía ser otro que el futbol.
Precisamente al día siguiente el Valencia se enfrentaría, allí mismo, al Real
Madrid. Un Real Madrid en horas bajas que venía de ser eliminado en la Copa del
Rey por el Leganés. ¿Aprovecharía el Valencia la decadencia del equipo merengue
o se enfrentaría a la fiera herida? Gran expectación había en toda la zona, y
buena ocasión para pasarse por taquilla y sacar la entrada, si es que no se
habían vendido ya todas.
También se habló de las grandes
potencias emergentes que, supuestamente, en un futuro próximo mandarían en el
mundo, como era el caso de China, Rusia y La India.
Se habló también de la influencia de las redes sociales en las relaciones
personales, en los contactos amorosos y, como consecuencia, en las uniones más
o menos duraderas entre personas heterosexuales y homosexuales. De la facilidad
en contactar y de los peligros que, a veces, conllevaban esas aventuras de
citas a ciegas. Todo ello digno de algún estudio sociológico que bien pudiera
ser objeto de algún opúsculo literario o científico.
Todo en una húmeda mañana en la
que, por la tarde, unos tímidos rayos de sol volverían a templar la Ciudad.
José
González Fernández