Bar
Casa Chato C/ Castellón esquina con calle Torrente de Sedaví (Valencia)
(10-09-2021)
Esa cálida mañana
del mes de septiembre de 2021 quería seguir siendo todavía veraniega. Los más
de 30 grados centígrados a las diez, recordaban a los dos meses más calurosos
del estío.
Después de 554 días sin traer el esmorzaret de Los Dalton
Buidaolles a estas páginas, volvemos de nuevo al ataque con renovadas
ilusiones, con los ánimos intactos, con un año y medio más… pero mucho más
sabios. No en vano la brutal pandemia que hemos sufrido; que desgraciadamente
se ha llevado a tantas vidas, a los miembros de este singular grupo les ha
hecho más fuertes.
Adoptando todas las medidas de protección del Covid, nos
decidimos a retomar nuestra andadura gastronómica-cultural por las rutas
poligoneras o por las urbanitas de Valencia-capital y pueblos aledaños. Que se
preparen los bares, tascas, mesones, cantinas, tabernas… pues estos tragaldabas
harán temblar sus despensas, y, sus refinados paladares, pondrán en jaque a las
más experimentadas cocinas.
El Bar Casa Chato está en Sedaví, un municipio de la
Huerta Sur que está totalmente conurbado con Alfafar, Benetuser, y Horno
Alcedo. Su toponimia, según la etimología popular, sitúa su origen en la seda y
el vino, sin embargo, la investigación ha demostrado que procede de una palabra
árabe cuyo significado es alquería.
Pero lo más importante de
todo es la simpatía y el agrado con el que la señora, que atendía las mesas del
exterior, nos trató; siempre dispuesta a atendernos con una gran eficiencia. Un
claro ejemplo de lo que debe ser un buen servicio de restauración.
La subida del coste de la energía eléctrica y el 20
aniversario del atentado terrorista en USA, fueron algunos temas de la tertulia
en ese día. Aunque también se habló de los viajes de verano de algunos de los
Buidaolles, tales como a Asturias, a Grecia o a París.
A pesar de todas las adversidades, la vida debe seguir, y
los buenos momentos compartidos nunca deben perderse, pues son la esencia de la
propia vida, son la felicidad.
Darío
Navalperal